La Guardia Civil continúa sin descanso la búsqueda de las tres personas que aún permanecen desaparecidas tras la devastadora DANA del 29 de octubre pasado. Casi ocho meses después de la tragedia, un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) se ha desplegado este miércoles en el río Júcar, a la altura de Algemesí, para llevar a cabo el cuarto rastreo exhaustivo en la zona.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha asegurado que las labores de búsqueda son “permanentes” y que los efectivos de la Guardia Civil, con apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), no cesarán hasta que se encuentren los cuerpos. Aunque los tres han sido declarados legalmente fallecidos por los juzgados, sus cuerpos no han sido recuperados, dejando el balance provisional de víctimas mortales en 227.
La búsqueda de francisco: el abuelo héroe
El rastreo de esta jornada se centra principalmente en la localización de Francisco, el abuelo que logró salvar a sus dos nietos al ponerlos a salvo en el techo de su vehículo cuando fueron sorprendidos por la riada en Montserrat. El equipo del GEAS peinará 2.000 metros cuadrados del Júcar, una zona que ya ha sido revisada anteriormente, pero de la que todavía quedan profundidades por explorar.
El sargento jefe del GEAS de Valencia, José Luis Fernández Martínez, explicó que la zona de búsqueda en Algemesí se corresponde con el área donde teóricamente Francisco fue arrastrado por el río Magro hasta desembocar en el Júcar.
Los otros dos desaparecidos son José Javier, un hombre de Pedralba cuya hija con síndrome de Down fue hallada sin vida tras la DANA; y Elizabeth, desaparecida mientras circulaba en su vehículo cerca del Hotel La Carreta de Chiva.
El sargento Fernández Martínez enfatizó que “la esperanza es lo último que se pierde” y que el objetivo es encontrar los cuerpos para que las familias puedan, finalmente, descansar.
Persistencia y desafíos en el rastreo
La búsqueda en el Júcar se realiza mediante un sistema de cuerdas lastradas para rastrear el fondo en carriles, y continuará río abajo hasta Cullera, descartando poco a poco las zonas ya revisadas. El sargento admitió que las posibilidades de que los cuerpos hayan sido arrastrados hasta el mar “caben todas”, un precedente doloroso que ocurrió con la hija del desaparecido de Pedralba, cuyo cuerpo apareció a 45-55 kilómetros en el mar de Cullera.
Introspección: la duradera sombra del 29O
Ocho meses después, este rastreo constante y obstinado de la Guardia Civil simboliza la herida abierta que dejó la DANA en la Comunitat Valenciana.
La persistencia de la búsqueda, incluso después de la declaración legal de fallecimiento, subraya una necesidad fundamental que va más allá de la burocracia judicial: la de ofrecer a las familias de los tres desaparecidos el cierre emocional que solo la recuperación de sus seres queridos puede proporcionar. En el imaginario colectivo de la Comunitat, el 29O no se considerará un capítulo cerrado hasta que las labores del GEAS y la UME logren que la tierra, o el mar, devuelvan a José Javier, Elizabeth y Francisco a sus hogares.







